INGREDIENTES
·
8 piezas de pasta manicotti, o canelones
·
2 cucharaditas de aceite de oliva
·
1 cebolla pequeña, finamente picada
·
250 g de espinacas precongeladas, picadas y descongeladas
·
1 taza (260 g) de queso ricotta bajo en grasa
·
1 taza (120 g) de queso mozzarella rallado grueso
·
1/4 de taza (20 g) de queso parmesano, rallado
·
1 cucharadita de albahaca, seca
·
1/4 de cucharadita de ajo en polvo
·
1/4 de cucharadita de sal
·
11/4 tazas (330 g) de salsa de jitomate preparada
·
300 g de champiñones, rebanados
·
1 rollo de papel aluminio
PROCEDIMIENTO
- Cuece
la pasta en una cacerola grande con agua hirviendo, ligeramente salada, 8
minutos. Escurre. Deja enfriar un poco.
- Calienta
la mitad del aceite en una sartén antiadherente mediana, a fuego medio.
Añade la cebolla y sofríe hasta que se suavice, aproximadamente 5 minutos.
- Escurre
ligeramente las espinacas en una coladera, dejando un poco del líquido.
Mezcla las espinacas con los tres quesos, albahaca, ajo en polvo, sal y
cebolla sofrita en un tazón grande.
- Precalienta
el horno a 180 °C. Esparce 1/4 de taza de la salsa de jitomate en el fondo
de un molde para hornear, de 32 × 22 × 5 cm.
- Rellena
cada manicotti con la mezcla de espinaca. Coloca una capa de la pasta en
el molde para hornear. Cubre con la salsa de jitomate restante.
- Tapa
con papel de aluminio. Hornea hasta que esté bien caliente, unos 30
minutos.
- Cinco
minutos antes de que termine de hornear, calienta el resto del aceite en
una sartén, a fuego medio. Añade los champiñones y sofríelos hasta que
estén suaves, unos 2 minutos. Sirve la pasta cubierta con champiñones.